Manejo ambulatorio de la diabetes mellitus tipo 1 infantil


Por: Adrián Fernández Montesinos. Pediatría. Centre de Salud de la Canyada, Paterna
(Resumen de la sesión clínica impartida el 15/11/2019 en el Centre de Salut de Paterna)
El control de la diabetes consta de 3 pilares principales: dieta, ejercicio físico e insulina. El adecuado manejo de los tres determinara el buen control de la enfermedad.

-Dieta:
Para saber la cantidad de insulina que administrar es necesario primero saber la cantidad de hidratos de carbono (HC) que se van a consumir. Por ello, se ha creado el método de las raciones, donde una ración de HC equivale a 10 g de los mismos. Los alimentos exentos de HC se consideran alimentos libres, y no se cuentan las raciones. También es importante tener en cuenta el índice glucémico de los alimentos, que determina lo rápido que es capaz un alimento de aumentar la glucemia. Siempre intentaremos que la dieta de un diabético sea más rica en alimentos con índice glucémico bajo, pues mantendrán unos niveles de glucemia más estables. Para ayudarles en estos puntos existen tablas y otras herramientas como el vaso medidor.
En cuanto a la calidad de la dieta, debe tratarse de una dieta sana y equilibrada, como se recomienda en el resto de la población, teniendo en cuenta lo comentado en los párrafos previos. 

-Ejercicio:
La práctica regular de actividad física mejora de forma importante el control de la diabetes. Lo recomendable es realizar ejercicio aeróbico de intensidad y duración moderada, aunque otros tipos de ejercicios, incluso de alta competición, no están contraindicados. Lo realmente importante es saber cómo actuar. 
Para iniciar el ejercicio la glucemia debe estar entre 100 y 250 mg/dL, en otro caso podría ser peligroso para el paciente. Según la intensidad y duración del ejercicio se administrarán HC de absorción rápida durante la actividad. También dependiendo de la intensidad y la duración se reducirá la dosis de insulina actuante durante y posteriormente al ejercicio.

-Insulina:
La pauta más utilizada es la llamada basal-bolus, en la que se administran análogos de acción lenta (AAL) para mantener unos niveles basales y análogos de acción rápida (AAR) antes de cada ingesta o para corregir hiperglucemias.
Otro tratamiento cada vez más utilizado es la terapia con infusión subcutánea de insulina (ISCI) mediante una bomba de insulina. La bomba de insulina utiliza solamente AAR, con administración de pequeñas cantidades cada pocos minutos. Se programan basal, ratio y factor de sensibilidad por tramos horarios. Al utilizar solamente AAR hay que tener en cuenta que si la bomba presenta algún problema y no infunde la insulina se podría dar una hiperglucemia que llevaría rápidamente a una cetoacidosis diabética. Por eso, en caso de hiperglucemia hay que comprobar el sistema, cambiando el catéter y equipo de infusión si es necesario, medir la cetonemia e incluso administrar un bolo de insulina con pluma según glucemia y cetonemia. En caso de una hipoglucemia se trata la hipoglucemia y se disminuye la insulina basal.

-Medidores continuos de glucosa:
Cada vez más los diabéticos utilizan medidores continuos de glucosa para mejorar el control y la calidad de vida. El más empleado es el FreeStyle Libre por la financiación que se está llevando a cabo. Permiten ver una gráfica con los niveles de glucemia durante todo el día, pudiendo observar adecuadamente la variabilidad. También hace una estimación de la HbA1c. Existen dispositivos, como el Miao Miao o el Blucon, que se unen al medidor continuo y mediante bluetooth mandan los datos automáticamente al móvil, permitiendo poner alarmas.

-Controles periódicos:
Se realizan controles trimestrales, pudiendo hacerse un seguimiento más cercano si se precisa para mejorar el control.

-Control de complicaciones crónicas según la siguiente gráfica:


     (Fuente ISPAD: International Society fo Pediatric and Adolescent Diabetes)




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